1. Mejora tus habilidades comunicativas y de socialización
Los juegos de escapismo se deben jugar siempre en grupo de, mínimo, dos personas. La mayoría de pruebas requieren de trabajo en equipo y estrategias creativas para resolver enigmas. Superar adversidades en grupos pequeños dentro de un escape room incrementa tus habilidades comunicativas en un entorno cerrado donde puedes poner a prueba todo tu potencial, y donde las posibilidades de cooperación entre el resto de participantes es muy factible gracias a la urgencia por salir de ahí –no olvidéis que se trata de un juego a contrarreloj–. Si quieres aprender a comunicarte y a superar tu timidez, un escape room en grupo es tu juego.
Para los más pequeños, los juegos de escape son especialmente recomendables, pues cada jugador tiene un rol, una función que cumplir, de tal manera que nadie quede al margen.
2. Incrementa tu autoestima
Resolver problemas que permitan avanzar en tu aventura es algo tan satisfactorio como marcar un gol o recibir una buena calificación en un trabajo. Un estudio de Canestrari y otros investigadores (2018) explicaron, partiendo de la Teoría de los Placeres de la Mente de Kubovy, que tanto el humor como la resolución de problemas genera un elevado grado de satisfacción. El placer viene dado por la verificación real de que somos capaces de superar ciertos retos con éxito absoluto. Esa satisfacción, unida al componente de humor que tienen los escape romos en forma de anécdotas o de experiencias vividas durante el juego, provocan una combinación muy positiva para nuestra mente, equivalente al grado de satisfacción que vivimos con otros éxitos de nuestra vida real, haciéndonos conscientes de que somos capaces de mucho más de lo que pensamos.
3. Ejercitas tu cerebro (de forma divertida)
Ya, bueno, haciendo un sudoku también lo ejercitas, pero…
En un escape room nos adentramos en una realidad paralela; eso significa que, súbitamente, nos encontramos en un escenario en el que debemos aprender cosas nuevas para aplicar ese nuevo conocimientos de forma creativa, es decir, no del modo en el que estamos acostumbrados. Una puerta no se abrirá simplemente girando un pomo, y no bastará la fuerza bruta para arrancar una llave de la pared. La estimulación cognitiva ha demostrado ser vital para mantener el cerebro ejercitado y retrasar su envejecimiento; algunos de los ejercicios propuestos por terapeutas para retrasar el deterioro coginitivo pueden encontrarse en los juegos de escapismo, suponiendo estos una alternativa dinámica y efectiva.
Piensa en cada escape room que hayas jugado, o de los que te hayan hablado; muy pocos tienen sistemas semejantes de resolución de problemas. Eso significa que, para cada enigma resuelto, habrás hecho razonamientos muy distintos y novedosos, y, con total seguridad, afinará tu intuición.
4. Combate tus miedos e inseguridades
Aunque hay muchos escape rooms de temática de miedo o terror –visita nuestro buscador para averiguarlo, pero no os hagáis pis encima cuando los juguéis–, no es menos cierto que muchos juegos de escapismo provocan cierto temor por el simple hecho de adentrarse en lo desconocido.
Jugar a un escape room implica aceptar el reto de adentrarte en un espacio desconocido y enfrentarte a pruebas igual de desconocidas, algunas de ellas francamente difíciles; es algo que, de niños, no siempre aceptaríamos. Hacerlo ahora significa aceptar confiar en uno mismo y en tu capacidad de anteponerte a cualquier problema. ¡Eres imparable!
BONUS! 5. La cita ideal
Admítelo: tienes una cita, y has pensado en ir a comer un kebab y después a tomar un mojito en el bar Manolo. ¿En serio?
La mayoría de escape rooms están hechos para un mínimo de dos personas. Tanto si te vienen a visitar una amistad de fuera o si tienes un ligue, pasar una hora de carcajadas, gritos y emociones es una experiencia original y muy activa, y genera un buen surtido de anécdotas que comentar después al calor de una copa, ¿a que sí?
Jugar a un escape room es una alternativa muy distinta a las opciones más clásicas, como ir al cine o a cenar por ahí. Además, una cita en un escape room te permite conocer a la otra persona de un modo diferente. ¿Cómo se comporta ante un problema? ¿Qué carácter muestra en un momento de tensión? Los juegos de escapismo son escenarios ideales para ver cómo se comporta alguien fuera de su zona de confort sin ponerle a la vez en un aprieto, pues la experiencia es, por norma general, muy divertida. ¡Además, el trabajo en equipo –ver punto número uno– es una buena estrategia para romper el hielo!
Y tú, ¿Qué motivos te animan a jugar a un escape room? ¡Cuéntanoslo!